Viéndolo con perspectiva, lo cierto es que al navegador de Microsoft, Edge, le ha salido muy bien (en términos de rendimiento y popularidad) la jugada de dejar tirado su antiguo motor (EdgeHTML, evolución remozada del de Internet Explorer) y pasarse al de Chromium.
Sin embargo, no se puede decir que Google, creador de Chromium y del primer navegador basado en este (Google Chrome), no se haya visto beneficiado con este cambio, a juzgar por la cantidad de nuevas funcionalidades con las que Microsoft ha contribuido a Chromium en los últimos meses.
A veces, estas nuevas funcionalidades se deben a proyectos de colaboración entre Google y Microsoft (como las mejoras introducidas para dar soporte a las Jump Lists), y otras a aportaciones individuales de ingenieros de Microsoft (como el cambio en el comportamiento de la apertura de PDFs dentro del navegador para evitar perder datos introducidos en formularios web).